miércoles, 18 de noviembre de 2009

UN ESPECTRO RECORRE EUROPA...


IU pide pista

El País va a por Izquierda Unida. Y va en serio. Un medio de comunicación tiene dos maneras de atacar a alguien. La primera se llama censura y es tan evidente, tan pueril, tan inútil en una España con tropecientas cadenas de tele y radio, con siete periódicos con aspiración nacional y decenas provinciales, con digitales, blogs, etcéteras, que apenas tiene sentido usarla.

El problema de la segunda es que sólo resulta eficaz en algunos casos. Esos casos en los que el discurso del rival está a cientos de kilómetros de la realidad. Un ejemplo: en un debate con un creacionista, el turno de réplica es innecesario.

Dos fines de semana seguidos sacando a lo más dogmático de Izquierda Unida en su edición del domingo (la única que sigue comprando cualquiera que tenga un ordenador a mano) no puede ser casualidad. El otro día fue Esther López Barceló, una amiga, ahora le toca a José Luis Centella, el nuevo secretario general del PCE. Un hombre que, así, tranquilamente y como el que no quiere la cosa, espera “ser el secretario general que organice la revolución en Europa y en España“.

Lo que está haciendo El País no tiene nombre. IU siempre ha sido ese partido que caía simpático. Sabes que no van a ganar nada, sabes que si ganaran, probablemente no sabrían por dónde empezar, pero tiene ideas tan irrealizables como sugerentes. Política de corto alcance con la dignidad de los que se pegan con los abusones de la clase. Puro romanticismo, vaya.

Eso, hasta hace quince días. En un ratito, sus propios líderes han cambiado la borrosa idea utópica que buena parte de la izquierda tenemos del Che Guevara por una fotografía en alta definición de Stalin. Si no era eso lo que pretendían, lo han logrado. Con la complicidad activa de El País.

Quizá PRISA quiera jugar al desánimo. Con el PSOE bien jodido por la crisis, la salida natural de parte de sus votantes es IU, cuyo crecimiento significativo podría mantener a ZP en el Gobierno otros cuatro años. La mejor manera de acabar con esa posibilidad es dirigir a la abstención esos hipotéticos nuevos votos de Izquierda Unida. Para eso cuentan con la colaboración activa de Barceló y Centella. Si el enemigo quiere estrellarse, tú dale pista.

Actualización: Efectivamente, Esther López Barceló también tendría dificultades para pasar el rojómetro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ojala y todo el esfuerzo que gastas en hacer éste tipo de cosas, las pusieses en trabajar en tu Asamblea de base, que no te ven el pelo desde hace mucho tiempo.