¿Se puede representar al partido siendo estalinista?

Ayer supimos que la lista de futuros "dados de baja" en el PCA de Sevilla son siete, por ahora. Se les atribuye la pertenencia a una corriente estable y al partido a la vez. Todos ellos son miembros de la dirección provincial de IULV-CA(5) o del propio PCA(2). Parece ser que la medida no ha gustado mucho en altas instancias del PCE, pero sólo parece ser. No está claro si la diferencia es de forma o de contenidos, es decir, si lo que piensan Frutos y Centellas es que las medidas anunciadas son inoportunas porque los pone en evidencia ante la próxima asamblea federal o si van algo más allá en su desacuerdo. Sería bueno que se aclararan. También sería conveniente que lo hiciera Julio Anguita, quien en Sevilla no hace mucho defendió la soberanía de cada miembro de IUCA, fuera o no comunista. Sería bueno porque así sabríamos todos qué defienden en algo tan importante como la libertad de expresión, de reunión, para los miembros del Partido. No es necesario que tengamos opinión sobre todos los temas, pero digo yo que sobre algo tan básico como un puñado de expulsiones, habría que decir algo.
El secretario provincial del PCA nos ha dejado claro que no se trata de expulsiones, sino que los afectados "causarán baja" por su propia voluntad. Es perfecto el método, además de antiguo. No hay que abrir expediente, no hay conflicto, sólo que unos nombres desaparecen administrativamente de un listado: "tomamos nota de tu deseo de abandonar el Partido". Tan antiguo como el estalinismo.
Pero la disyuntiva ante la que se nos coloca no es elegir entre corriente o partido, sino entre un tipo de partido democrático y otro monolítico, en el que el estalinismo se va abriendo paso inexorablemente. La disyuntiva es también entre una Izquierda Unida maniatada por la disciplina de los militantes de partidos, que acuden con una sola decisión y brazo de madera y otra basada en la aportación libre y responsable de cada uno de nosotros. Sería bueno que el PCE nos explicara con claridad lo que piensa al respecto y de paso nos aclarara si es posible que una dirección provincial como la del PCA de Sevilla puede estar ocupada por una fracción abiertamente estalinista.